Con el sello incondicional de Tarantino, vuelve con un género Western
donde a su propio estilo visceral, crudo, violento, cínico, sarcástico,
memorable y sobre todo, debatible, es único en el mundo, y siempre que algo
dice "guión original" este lleva su firma. Quizás este
director alejado de los grandes galardones dorados del Oscar en la categoría a
mejor director nunca ha tenido un mérito sobresaliente, sin duda “Django: Sin
Cadenas” es una obra maestra que deja un legado único dentro de aquellos que lo
aman, odian y critican su trabajo.
La historia se desarrolla en Texas en 1858. Con la actuación principal y
ganador del Oscar a mejor “Actor de Reparto” (Christoph Waltz) Dr. King
Schultz, dentista y caza recompensas de profesión en su rol actoral, este
libera a Django que es llevado como esclavo (Jamie Foxx), El Doctor le
propone un trato que si le ayuda atrapar a los hermanos Brittle, este le dará
la libertad y le ayudara a buscar a su mujer Broomhilda (Kerry Washington) que
está bajo las ordenes empresario Calvin Candie (Di Caprio) y donde le
enseñara el uso de la pistola. Django ofrece ese generoso acuerdo, donde
comienzan a una travesía por todo el “estado de la estrella solitaria” buscando
a estos criminales y encontrar el paradero de su amada, que junto con escenas
de alto nivel crudo, llegando al gore explicito, estilo que nos tiene
acostumbrado Tarantino, estos dos comienzan a fortalecer una gran amistad única,
donde “Waltz” sin duda se lleva todos los honores a interpretar a este
extravagante personaje. En lo que te van soltando la historia, hay momentos
donde hay escenas que se sienten alargadas y forzadas, logrando en momentos
abruptos que el nivel de producción no ha estado a la altura. Y por ello, el final
parece que se alarga innecesariamente por 2 horas 45 minutos, lo que no quita que
su desenlace no aburra, si no que al contrario con una despliegue
arquitectónico y un gran montaje de cámaras, estás enlazadas a la perfección
bajo la guía de su director logran que los duelos de balaceras a un nivel
intenso te mantengan entretenido y fascinado.
Finalmente, he leído algunas críticas sobre lo "exagerado" y lo
"brutal" que llega a ser el racismo presentado en esta franquicia. “PERO
SEÑORES SEAMOS SINCEROS” la película está basada en hechos históricos en el
que aproximadamente se desarrolla este estilo Western, donde la segregación
racial en América estaba en su máximo esplendor, y las diferencias eran
notorias, en lo que son las torturas. Asimismo, cabe destacar que a un inicio
dice "Una película de Tarantino" donde lamentablemente la
gente sensible termina odiando y malinterpretando su trabajo. La película a mi
parecer me gusto sobre todo por ese humor negro, sarcástico y sínico que hacen
que Django sea un producto muy disfrutable.
Del 1 al 10. Un 8
(Buena)
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