Muchas películas en el mundo tuvieron origen en situaciones y personajes reales, que superaron la ficción por la carga de tragedia y trama en sus historias. Terremoto: La Falla de San Andrés, dirigida por el director Brad Peyton y protagonizada por Dwayne Johnson “La Roca”, no escapa a ser parte de este tipo de cintas, pues está basada en la famosa zona sísmica La Falla de San Andrés de California, en Los Estados Unidos. En este lugar se ubica la unión de las placas tectónicas del Pacífico y Norteamericana, que a lo largo de los años por su lento y continuo desplazamiento ha ocasionado algunos de los peores terremotos de la historia.
California forma parte del área sísmica Cinturón de Fuego y sumado a la existencia de la Falla de San Andrés, es una de las zonas con más actividad sísmica del planeta. El último sismo catastrófico se registra en 1857 y fue conocido como “Big One”. El temblor duró entre uno y tres minutos y fue muy poderoso. En esta cinta se refleja el caos y el dolor de las pérdidas ante un fenómeno natural que destruye y puede desaparecer ciudades enteras lo que nos recuerda que para esto debemos estar preparados.
En Terremoto: La Falla de San Andrés, “La Roca” interpreta a Ray, un piloto de helicópteros de búsqueda y rescate que será sorprendido junto a su esposa (Carla Gugino) por un terremoto de 9 grados. Ray realizará un peligroso viaje desde Los Ángeles a San Francisco para salvar a su única hija (Alexandra Daddario). En el camino, también ayudará a quienes se han visto afectados por este desastre. En el reparto también encontraremos a Archie Panjabi (El Jardinero Fiel, Jugando con el Destino), Paul Giamatti (El Sorprendente Hombre Araña 2, Sideways) y Ioan Gruffudd (Los 4 fantásticos, El Rey Arturo).
Aquí les dejamos el trailer oficial:
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¡Uy...! Grandes efectos especiales, la acción visual por delante y por detrás también. Todo lo salva D. Johnson, el hombre-acción de moda. Músculos, carisma, estilo. Terremoto: La Falla de San Andrés es una más de estas películas que no traen más que entretenimiento, pero eso basta en los días de ocio, para qué darle vueltas a los pesados argumentos. A veces no se está de humor para esas cosas y la acción es la opción, ¿apoco no?